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ESTRABÓN

GEOGRAFÍA

LIBROS XI-XIV

INTRODUCCIÓN, TRADUCCIÓN Y NOTAS DE M.* PAZ DE HOZ GARCÍA-BELLIDO

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EDITORIAL GREDOS

BIBLIOTECA CLÁSICA GREDOS, 306

Asesor para la sección griega: CARLOS GARCÍA GUAL,

Según las normas de la B. C, G., la traducción de este volumen ha sido revisada por ANA IsaBEL JIMÉNEZ SAN CRISTÓBAL.

0dO0SO

O EDITORIAL GREDOS, $, A.

Sánchez Pacheco, 85, Madrid, 2003, www,editorialgredos.com

Depósito Legal: M, 2780-2003.

ISBN 84-249-1472-4, Obra completa, ISBN 84-249-2373-1, Tomo V.

Impreso en España. Printed in Spain.

Gráficas Cóndor, S, A. Esteban Terradas, 12. Polígono Industrial. Leganés (Madrid), 2003.

Encuadernación Ramos.

INTRODUCCIÓN

Para la información biográfica sobre el autor, los as- pectos principales del contenido de su Geografía, la tradi- ción literaria y geográfica en la que se sitúa, la fecha de composición? y la transmisión a la posteridad, remitimos a la sucinta introducción de J, García Blanco en el primer vo- lumen dedicado a esta obra en esta misma colección,

Nuestra intención es sistematizar el inmenso material, no sólo geográfico, que incluye Estrabón en sus libros del Asia Cistáurica, situando su descripción de Asia en la histo- ria de la concepción geográfica de este continente, señalan- do las fuentes principales que utiliza, cómo organiza la des- cripción y la información histórica que contiene, Además trataremos brevemente ciertos temas de interés por su ca- rácter recurrente en estos libros, -

Unidad de los libros XL-XIV

- La razón por la que los libros XI-XIV de la Geografía forman una unidad a pesar del territorio tan inmenso que

! Para una probable fecha de composición de los libros XI y XII entre el 17 y el 19 d, C, ef. Lasserre, Strabo XI, págs. 4 s.; Strabo XTI, págs. 6-10.

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abarcan —prácticamente el cuadrante nororiental del mundo conocido— queda clara en el primer capitulo del libro XI. Estrabón divide Asia en cistáurica y transtáurica e incluye en la primera todos los territorios que se encuentran al norte de y en plena cadena del Tauro, Asia cistáurica comprende por tanto la península anatolia, ocupada en su casi totalidad por * el Tauro, la continuación de esta cadena montañosa hasta el extremo oriental del continente en una anchura similar a la de la peninsula mencionada, y además todos los territorios al norte del Tauro desde el río Tanais (Don) y la costa oriental del lago Meotis y el Ponto Euxino, Cilicia, Panfilia y Licia, países transtáuricos por quedar al sur del Tauro, es- tán, sin embargo, incorporados en la descripción del Asia cistáurica ya que pertenecen a la Península Anatolia, cistáu- rica en su casi totalidad. La parte del mundo que queda por describir es el Asia transtáurica con estas tres excepciones (cf. XV 1, 1).

A su vez, el Asia cistáurica está dividida en cuatro par- tes que reciben un tratamiento completamente desigual, pero en relación clarísima con el grado de conocimiento que de cada una de ellas se tenía en la época de Estrabón, y sobre todo en la época de sus fuentes principales, en los siglos 1-1 a. C. La clasificación se establece en XI 1, 5 y 7, siguiendo criterios climáticos al estilo eratosténico, pero sólo se vuel- ve a aludir a ella en XI 2, 1, y 6, 1, por lo que en muchos casos es dificil reconocerla en el curso de la descripción. La primera parte comprende desde el río 'Tanais y la costa oriental del Euxino hasta el Mar de Hircania (XI 2-5). La segunda abarca desde el Mar de Hircania hasta los escitas del extremo oriental de Asia y la franja cistáurica al sur de este territorio (XI 6-11). La tercera incluye los territorios al sur del istmo que une el Ponto Euxino con el Mar de Hirca- nia y al oeste de la parte anterior, es decir, todo el territorio

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propiamente táurico desde Media, excluyendo la península anatolia (XI 12- XII 3, 40). La cuarta (el resto hasta el final del libro XIV) corresponde a la península anatolia cuyo lí- mite ha quedado establecido en el istmo que va de Ámiso al Golfo Ísico, es decir prácticamente al oeste del río Halis, por lo que Capadocia Magna y Póntica, descritas en el libro XIL pertenecen a la tercera parte. Es sobre todo en esta divi- sión entre la tercera y cuarta parte donde se refleja la incon- gruencia de la clasificación del autor, pues al hacer la des- cripción del Ponto utiliza criterios políticos, considerando como Ponto el país de época de Mitridates que abarca un gran territorio a ambos lados del Halis, y parece olvidarse de la clasificación previa que había realizado utilizando este río como frontera, La mayor parte del libro XII (desde un punto de vista moderno, el libro XII entero) y los libros XIII y XIV están dedicados a la península anatólica.

La concepción geográfica de Asia en la tradición anterior

La noción geográfica de Asia empieza a tomar forma entre los griegos a partir de la creación del Imperio Persa y es en Heródoto (IV 36-40) donde por primera vez se en- cuentra una descripción del continente, organizada en torno a un eje central de sur a norte —persas, medos, sáspiros y colcos—, y otro de oeste a este desde Egipto, que queda in- cluido en Asia, hasta un desierto del que nadie puede decir ni siquiera qué características presenta y al que se llega atra- vesando la India. Los ríos Árax, Halis y Éufrates desempe- fían un papel importante en la organización de Asía, no así la orografía, a pesar de que Hecateo ya había hablado de las altas montañas que bordean el mar Hircanio y las que se en- cuentran al este de los partos (FGrHist, 1, F 291, 292a). Al final de la época clásica y durante la helenística la orografía

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cada vez es más importante en la organización geográfica, sobre todo de las regiones limitrofes de la tierra, corno se ve ya en los mapas que conocía Aristóteles, aunque los límites orientales siguen siendo una prolongación en el Ponto y el lago Meotis del Mar Mediterráneo. Las expediciones de Alejandro supusieron grandes cambios en la noción de la geografía de Asia, aunque para los historiadores de Alejan- dro el Caspio, el Cáucaso y el Tanais aparecen en los limites orientales, Estas representaciones se explican más tarde por la ambición de Alejandro y la adulación de sus historiado- res, que querían hacerle llegar hasta los confines orientales (cf, Estr., XI 5, 5). La distancia desde las Columnas de Hér- cules hasta el golfo Iso, marcada por el Mar Mediterráneo, antiguo eje de la tierra, se muestra ahora mucho menor que la del Golfo Iso a los límites orientales, lo que hace que cam- bie el eje de la tierra, y se reconocen otros elementos oro- - gráficos e hidrográficos como fundamentales en la configu- ración de Asia. Una generación después de las conquistas de Alejandro, Dicearco esquematiza la orografía de Asia en una línea recta que prolonga hasta el extremo oriental el eje anterior de la tierra, el formado por el Mar Mediterráneo, y es Eratóstenes, a quien sigue Estrabón en la concepción geográfica general de Asia, el que organiza los territorios en torno a esa línea que traza el Tauro, representando todo el continente en una cuadrícula de meridianos y paralelos que, aunque con numerosos errores, proporcionaba un punto de partida imprescindible para la organización del continente. La exploración de Patrocles (286-281 a, C. probablemente) proporcionó más argumentos para creer que desde la des- embocadura del Caspio se podía circunnavegar la vertiente nororiental de la Ecúmene hasta las costas septentrionales de la India, dominadas por unos montes que se identifican con el Cáucaso (FGrHist, 7121 F 2 y 4; cf. Estr., 1 1,2; 1,

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17). Todos estos cambios y, sobre todo, los adelantos de Eratóstenes se reflejan en la descripción de Estrabón, para quien el Tauro es la cadena montañosa que establece la di- visión de Asia en dos partes principales, la cistáurica y la transtáurica, Por razones climáticas la cistáurica ocupa no sólo los territorios al norte, sino también la propia cadena, lo que hace que la Península Anatolia sea cistáurica. La deli- mitación occidental del Tauro, sín embargo, plantea pro- blemas y el mismo Estrabón dice (XI 12, 2) que, según la mayoría, el Tauro anatólico empieza en el Promontorio Sa- cro, frente a las islas Quelidonías, pero que en realidad sus estribaciones llegan hasta la Perea rodía, de forma que Licia queda fuera de la cadena (XTV 2, 1, 3, 8; XI 1, 3); en su des- cripción de Asia en II 5, 32, en cambio, no la incluye entre los pueblos transtáuricos. La terminología «a este lado del Tauro» y «al otro lado del Tauro» marca el punto de vista de los griegos en la concepción de Asia (cf. 11 5, 31), y mu- chos de los acontecimientos políticos de época de los seléu- cidas tienen que ver con esta organización, por ejemplo la división que hicieron los romanos en la Paz de Ápamea, por la que Antíoco TIT debía abandonar los territorios «a este la- do del Tauro»?,

Estrabón dedica el primer capítulo del libro segundo de su Geografía a hablar del mapa del orbe habitado tal y como lo representan los geógrafos anteriores, y dedica una aten-

2 Esta división resultó problemática al no ponerse de acuerdo las par- tes afectadas en el carácter cistáurico o transtáurico de Panfilia (cf. PoL., XXI 24, 7, 46, 11). Para la historia de la delincación de Asia en la geo- grafía antigua v. PRONTERA, «Sobre la delineación...», en quien se basa esta breve exposición; £d., «Dall? Halys al Tauro. Descrizione e rappre- sentazione nell Asia Minore di Strabone», en BIRASCHI-SALMERI (eds.), Strabone..., págs. 93-112; J, S, Romm, The Eadges of the Earth in Ancient Thotght, Princeton, N. York, 1992,

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ción especial a Patrocles y a Hiparco, además de a Eratóste- nes, como hitos importantes en la historia de la geografía. En la descripción general del mundo habitado (II 5) dedica dos parágrafos a la descripción de Asia reflejando la im- portancia del Tauro como eje central y destacando el papel del Ponto Euxino, el lago Meotis y los golfos de Iso y Chi- pre ($ 31 s.). Descripciones generales de Asia se encuentran también, de manera dispersa, en los libros XI-XIV, gene- ralmente como introducción o conclusión a una parte de la descripción, o a partir de la descripción, en el lugar que le corresponde, de un accidente geográfico: la forma y distan- cias de Asia (XI 11, 7; XIV 2, 29), el istmo de la Península Anatolia (XIV 5, 11) y la organización de ésta (XII 1, 3, XIV 5, 22), el Tauro (XI 12, 2, 15, XIV 3, 8), el Cáucaso (XI 3, 5), el Mar Caspio (XT 6). Además, al describir cada zona, dedica especial atención a elementos orográficos e hi- drográficos a los que, aunque no lo diga expresamente en dichas descripciones, da una importancia en la configura- ción del continente: el Cáucaso (XT 2, 15), el Mar Caspio (XI 6, 1; 7, 4), el Tigris y el Bufrates (XI 12, 3; 14, 8), el Tanais (XI 2, 2), el Oco y el Oxo, el Halis (XUL 1, 3; 3, 9, 12; cf. IL 5, 31), el lago Tata (XII 5, 4). Este tipo de infor- mación es más frecuente en el libro XI, que abarca un terri- torio mucho más amplio que los otros tres juntos y más complicado de organizar. El problema principal de los libros XIL-XIV es delimitar el istmo que separa la península ana- tólica del resto y establecer los limites occidentales del Tauro.

Orden en la descripción

La descripción empieza en la parte más nórdica y avan- za hacia el sur por el litoral oriental del lago Meotis, el Bós- foro cimerio y el Ponto Euxino hasta la Cólquide siguiendo

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la forma clásica del Periplo, Continúa luego hacia el interior en dirección este hasta Bactria y Sogdiana. Después de un capítulo dedicado al Tauro, Estrabón regresa al Mar Caspio para reanudar la descripión al sur de éste, esta vez en direc- ción este-oeste: Media, Armenia y Capadocia. Ésta última, de la que destaca su carácter de istmo de la peninsula anató- lica justificando así su inclusión en la tercera parte, se des- cribe ya en el libro XII, La descripción de Capadocia Mag- na, como todas las del interior, no sigue un orden riguroso; la de Capadocia Póntica empieza de oeste a este por el lito- ral y regresa en dirección contraria por el interior incluyen- do todos los territorios dominados por Mitrídates, sin res- petar la clasificación establecida, que situaba la frontera en el río Halis (cf. XI 1, 7)?. Después de describir Bitinia, el autor regresa al este, a Galatia primero y hacia el sur luego, a Licaonia, Isáurice y Pisidia, para regresar a las fronteras bitinias y describir las dos Misias y las dos Frigias. De Fri- gia Magua se centra en la Parorea (al sureste) y la cuenca del Meandro de este a oeste. Gran parte del libro XIII tiene una unidad clara en la zona de colonización eolia: la Tróa- de, Lesbos y Eolia continental. Continúa luego por el reino de Pérgamo y desde ahí sigue hacia el sur por una franja interior que recorre Lidia, Misia y Caria hasta la Cibirátide, haciendo una breve incursión en la ciudad pisidia de Terme- so, bastante más al sureste. El libro XIV sigue en conjunto una línea clara de norte a sur y de oéste a este: la costa des- de Jonia hasta Cilicia. La descripción interna de Jonia y Ca- ria se organiza, sin embargo, en dirección sut- norte, quizá siguiendo a Artemidoro, que realizó su periplo desde el gol- fo de Iso hasta el Ponto Euxino. La única descripción cla-

3 Cf, al respecto T. GnoLr «11 Ponto e la Bitinia», en BirAscHrSaL- MERI (edd.), Strabone..., págs. 550-5.

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ramente del interior en esta parte, a excepción de ciudades aisladas como Estratonicea o Alabanda, es la del camino de Efeso a Antioquía por el interior de Jonia.

Fuentes

La naturaleza de la descripción de cada zona, que no siempre sigue una misma dirección geográfica ni un orden lógico, está a menudo determinada por la fuente que usa Estrabón. A su vez, la existencia de fuentes griegas para determinadas zonas y el contenido de las mismas está rela- cionado con los distintos acontecimientos históricos que re- lacionan el lugar con el mundo griego primero y romano después, El grado de exhaustividad en la descripción y el mayor contenido geográfico, etnográfico o histórico depen- de en gran parte de la fuente utilizada, sobre todo en el caso de regiones no conocidas por Estrabón y de acontecimientos anteriores a su época.

EnI 2, 1 Estrabón afirma que hay que leer a los autores más importantes: Eratóstenes, Posidonio, Hiparco y Polibio entre otros. De éstos, Eratóstenes es sin duda la fuente prin- cipal en los libros de Asia Menor, y en menor grado Posi- donio, ambos autores largamente tratados en los prolego- mena de la Geografía. Con los «otros» se refiere, sobre todo, a Artemidoro de Éfeso, Teófanes de Mitilene, Apolo- doro de Artémita y Demetrio de Escepsis, y a historiadores de la India como Megástenes, Onesicrito o Aristóbulo, cita- dos indirectamente, en muchos casos a través de Eratóste-

nes?,

4 Para las fuentes usadas por Estrabón en los libros XI y XII, cf. Las- SERRE, Sirabon XT..., págs. 7-30; Strabon XIT..., págs. 12-36; para un re- pertorio de las citas nominales en el libro XI, v, R, NicoLa1, en TRAINA (ed.), Studi..., págs, 112-126; para las citas de los libros XI-XTV, ordena-

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Eratóstenes de Cirene (ca. 285-194 a. C.), discípulo de Calímaco y sucesor de Apolonio de Rodas como director de la Biblioteca de Alejandría, además de escribir obras de ca- rácter filológico, obras poéticas, tratados matemáticos, obras filosóficas y unas Cronografías que supusieron el primer in- tento científico de establecer una cronología de la historia y la literatura, fue el primer geógrafo sistemático, hasta el punto de que el título de su obra, Geografía, dio nombre a la dis- ciplina. Su obra aúna la geografía científica con la descrip- tiva, pues hace una descripción del mundo habitado valién- dose de una serie de datos matemáticos, físicos, astronómi- cos y geométricos que le permiten distribuir los continentes y los territorios de cada uno en una retícula dividida en sphragides, figuras geométricas, que fue la base de la geo- grafía posterior. A Eratóstenes debe Estrabón la introduc- ción a Asia cistáurica, los criterios generales de clasifica- ción y. la mayor parte de las distancias generales del continente. Además lo utiliza para la descripción de la costa del Bósforo cimerio y de la Cólquide, de los pueblos que bordean el Caspio y los escitas y nómadas del este, para las zonas climáticas del Tauro (XI 12, aunque con discusión crítica), para las distancias de Chipre y posiblemente algu- nas descripciones de la costa, y como fuente secundaria para Partia. :

Posidonio de Apamea en Siria (ca. 135-51 a. C.) fue un importante filósofo y director de una escuela estoica en Ro- das, ciudad en la que se estableció y donde ejerció gran in-

das cronológicamene y por temas, D. AMBAGLIO, «Frammenti e tracce di storiografia», en BrrRAscHi-SALMERt (eds.), Sirabone..., págs. 75-85, que destaca una mayor presencia de citas nominales para aspectos geográfi- cos que históricos, a pesar de que el componente histórico es mayor en estos libros. Para las fuentes en la descripción de Panfilia, v, R. ArEwA, «La Panfilia», en op, cif., págs. 474-479.

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fluencia en la vida cultural y política. Científico e historia- dor además, escribió numerosos tratados en los más diver- sos campos (astronomia, matemáticas, zoología, botánica, sismología, historia). Sus Historias continuaban las de Poli- bio, pero estaban dedicadas principalmente a los sucesos relacionados con Pompeyo. Su obra Sobre el Océano plan- teaba problemas de geografía física con búsqueda de las causas siguiendo métodos de la filosofía natural, Establecía zonas geográficas a partir de la organización astronómica y explicaba así diferencias climáticas y fisicas, cuestiones de geografía humana y antropología. Viajó por España, Galia e Jtalia antes de asentarse en Rodas, siendo una fuente fun- damental para la descripción que hace Estrabón de estos países. Estrabón lo utiliza en la introducción general a Asia, para la costa del Bósforo cimerio y de la Cólquide, en parte de los comentarios sobre los íberos, albanos y los pueblos del Cáucaso, en la descripción del Tauro en XI 12, para la descripción de Partia como fuente secundaria, para las zonas climáticas de Media y su influencia en las costumbres, para los orígenes y costumbres de los medos, y para la orografía, hidrografía y condiciones naturales del suelo de Armenia, Posidonio es su fuente principal para Capadocia y Ponto, tanto para la nueva organización de la descripción del Ponto basada en el país dominado por Mitridates como para la or- ganización pompeyana, y también para la mayor parte de las noticias históricas, detalles sobre accidentes geográficos, ri- queza del suelo etc. Lo utiliza en-la descripción de Salón y Nicea en Bitinia, y es fuente principal para los gálatas, Li- caonia y Selge exceptuando las noticias históricas más re- cientes. Es la fuente para la descripción de la isla de Cícico con el asedio de Mitrídates, Frigia Parorea, Apamea, Licao- nia, el Meandro y la exposición sobre los fenómenos sísmi- cos, y posiblemente para varios comentarios en las descrip-

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ciones de la costa sur sobre riquezas naturales y condiciones climáticas.

El historiador helenístico Polibio, una de las fuentes prin- cipales de Estrabón en la descripción de Italia, posiblemente sea uno de los autores utilizados para el capitulo sobre Me- dia, a cuya historia y descripción territorial dedica Polibio un apartado especial en su obra (X 27).

Demetrio de Escepsis en Tróade (s. 11 a. C.) fue un histo- riador local, que en sus treinta libros sobre el catálogo del contingente troyano de la /líada (11 816-77) realizó una des- cripción geográfico-histórica de su patria. Su obra, muy usa- da y citada en la antigúedad, fue el descubrimiento de ese subgénero que Apolodoro de Atenas, utilizándolo como mo- delo, introdujo en la ciencia alejandrina. Estrabón es a su vez la fuente principal para obtener datos biográficos de De- metrio. Lo utiliza como fuente primaria para la descripción de la Tróade, y además para muchos de los comentarios so- bre el origen o localización de pueblos, por ejemplo de los cálibes en el Ponto, o sobre los problemas fronterizos de bi- tinios, misios, frigios y otros, así como para la localización de ciertos pueblos de la costa eolia.

Apolodoro de Atenas (ca. 180-post 120 a. C.) pasó parte de su vida en Alejandría colaborando con Aristarco y fue uno de los intelectuales de más renombre en esta ciudad. Es- cribió, entre otras obras, unas Crónicas basadas en la obra de Eratóstenes, que abarcaban desde la caída de Troya (1184 a. C.) hasta el 146-5 a. C., un tratado Sobre los dio- ses, donde racionalizaba aspectos de la religión griega, y además comentarios y posiblemente ediciones críticas de los cómicos Epicarmo y Sofrón. Debido a su autoridad se le atribuyeron obras ajenas como la Biblioteca, un estudio de la mitología heroica griega. Su comentario en doce libros del catálogo de las naves en la /líada, basado en Eratóstenes

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y Demetrio de Escepsis y con discusión de la geografía ho- mérica, lo usó Estrabón en muchas digresiones sobre pro- blemas de localización o del origen de ciertos pueblos (por ejemplo al hablar de los pueblos de Asia Menor según Éforo o en el excursus sobre los cálibes).

Artemidoro de Éfeso (activo entre el 104-101 a. C.) via- por las costas del Mediterráneo hasta la Hispania exterior y escribió una obra geográfica en once libros de la que se conservan restos en Estrabón, un resumen por Marciano de Heraclea (s. rv-y d. C.) y un papiro recientemente descu- bierto. Su obra suponía una reacción a la geografía científi- ca; establecía, por ejemplo, las distancias en medidas empi- ricas y no astronómicas, Su descripción se asimila a la: de los antiguos periplos, pues se centra sobre todo en la des- cripción de lugares costeros, de los que menciona abundan- tes accidentes geográficos y ciudades. A Artemidoro sigue Estrabón en la descripción de la costa del Bósforo cimerio y de la Cólquide (cf. XI 2, 14), de la costa del Ponto de oeste a este, del litoral bitinio de la Propóntide, en la enumeración de las ciudades pisidias, en la división entre Misia y Frigia, en el parágrafo sobre migdones y doliones, en la descripción de Frigia Epicteto y Frigia Magna, excluida la Parorea, Po- siblemente sea la fuente de la descripción de Lesbos a modo de periplo. De él toma las distancias de la costa eolta (fuente principal de esta costa es, sin embargo, Menécrates el elaí- ta), la descripción de la Miliade y, seguramente, de muchos de los territorios del interior descritos al final del libro XIIL También es la fuente para la constitución y organización de la liga licia, para las costas de Caria y Jonia —como revela la dirección de la descripción, la información frecuente sobre distancias y la cita expresa de este autor al hablar de Éfe- so— y para las distancias globales de Caria y Jonia y de Éfeso hasta Samósata.

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Teófanes de Mitilene (s. 1 a. C.) fue amigo e historiador de Pompeyo, a quien acompañó en su campaña por Asia du- rante la tercera guerra mitridática y sirvió en la guerra civil. Estrabón le debe muchas de sus descripciones de partes del Ponto, Cólquide, Albanía e Iberia, por las que Pompeyo pa- en su persecución de Mitrídates,

Apolodoro de Artémita es un historiador del s. 1a. C. a quien Estrabón menciona al decir que los escritores de His- torias Párticas han hecho más precisos nuestros conoci- mientos sobre Hircania y Bactriana (IÉ 5, 12). A él le debe parte de la descripción del Mar Caspio y los pueblos que lo bordean, y de los escitas y nómadas que se extienden al este de dicho mar, Es la fuente principal para Hircania, Partía, Aria, Bactriana y Sogdiana, y fuente secundaria para la forma y distancias de Asia en XI 11, 7. También lo utiliza Estrabón en la descripción de las constumbres, cultos, ex- tensión y origen de Armenia.

Fuente de primera mano es Estrabón, sin duda, para los lugares que visitó (Comana, Cataonia, Nisa, Trales, Acara- ca, Hierápolis, Magnesia del Meandro, Mázaca, Éfeso, Tar- so, Rodas y Cos), como revela él mismo en muchos casos.

El sistema de Estrabón es utilizar una fuente primaria, que varía según zonas, para describir los elementos geográ- ficos principales, normalmente en relación con líneas lito- rales?, A partir de ahí, intercala fragmentos extraídos de otras fuentes para dar más información sobre determinados aspectos o para plantear problemas de interpretación cuando hay opiniones diversas en las fuentes antiguas, La mayor parte de las fuentes son de época helenística, y sobre todo

3 En general parece que esta fuente primaria no suele ser indicada ex- presamente, reservándose las citas nominales para los casos en los que el autor quiere mantener una distancia o expresar su desacuerdo con dicha fuente, Cf. C, A, CIANCAGLINI, En TRAINA (ed.), Studi..., pág. 12,

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posteriores a Eratóstenes, que marca un nuevo hito en la historia de la geografía antigua. Acude a fuentes más anti- guas principalmente para hablar de sucesos ocurridos en época arcaica o anterior, como las colonizaciones griegas o los orígenes de algunos pueblos, cuestiones para las que la información histórica está normalmente oculta tras lo legen- dario y mitológico. Utiliza a Homero, a quien reconoce como una autoridad y considera el primer geógrafo, dedicándole una larga parte en el libro 1 y alabándolo en otros muchos pasajes?, extendiéndose a menudo en discusiones sobre las interpretaciones de pasajes homéricos en comentaristas he- lenísticos, especialmente Demetrio de Escepsis y Apolodoro (cf. el excursus sobre los cálibes en el libro XII o sobre los pueblos de la península anatólica en el XIV). A fuentes ar- caicas y clásicas en general (líricos, historiadores, trágicos) recurre cuando transmite leyendas mitológicas que con fre- cuencia introduce para relacionar el mundo asiático con el griego, por ejemplo los mitos relacionados con las coloniza- ciones eolia y jonia, el de Télefo en Teutrania, el de los ar- gonautas en Cólquide, Media, Armenia y algunos lugares de la Propóntide, o los de diversos héroes griegos que jugaron un papel en las colonizaciones de Caria, Licia, Panfilia, Ci- licia y Chipre como Sarpedón, Calcante, Anfíloco, Mopso, Teucro y Ayax?. Ciertos mitos, sin embargo, son objeto de crítica, como el de la vida de las amazonas en el Cáucaso y su relación con Alejandro. El mito es para Estrabón algo

$ Cf. W. R, Kames, Strabo and Homer. The homeric citations in the Geography of Strabo, Chicago, 1976; A. M. BirascH1, «Strabone e la di- fesa di Omero nei prolegomena», en PRONTERA (ed.), Strabone..., págs. 127-153; Eap., «Omero nei libri straboniani sull* Asia Minore», en Br RASCIM- SALMERI (eds.), Strabone..., págs. 45-72,

7 Cf. M. P. pr Hoz, «Los héroes en la Anatolia de Estrabón», Kernos Suppl. 10 (2000), 397-408.

INTR. A LOS LIBROS XI-XIV 21

distinto de la historia, aunque acepta su uso para transmitir de forma poética sucesos históricos, como hace Homero (cf, 12, 8; XI 5, 3; 6, 3; XIII 1, 32). Su crítica a los historiadores de Alejandro (XI 5, 5; 6, 2-3; 7, 4) se debe precisamente a que utilizan el mito con propósitos ajenos al de contar la verdad y sobre todo para adular a Alejandro*, Igualmente critica a Heródoto, a quien sin embargo usa con relativa fre- cuencia como fuente, junto con Ctesias y Helánico (XI 3, 21; XI 3, 21, cf. 12, 35) o con Eudoxo y Helánico (XI 6, 3), o con Calístenes (XI 14, 13), o a Helánico una vez más (XIOT 1, 42: pretende adular a los ilieos), por contar cosas fantasiosas e increíbles?, Rechaza, también por su apego a lo mítico y por su simpleza, a los historiadores de persas, medos o sirios (XI 6, 2). Alaba, en cambio, a los historiado- res de los romanos y los partos, gracias a los cuales se cono- ce la zona al sur y este del Cáucaso (XI 6, 4, cf. 12, l, y es- pecialmente II 5, 12, donde dice, citando a Apolodoro de Artémita, que los escritores de historias partas han hecho más precisos los conocimientos de Hircania y Bactriana). Por último, recurre sin duda a fuentes contemporáneas para añadir datos sobre la geografía política de su época en la descripción de determinados lugares, por ejemplo a Ni-

8 Cf. B, Tisí, «Strabone, 1? ecumene romana e la monarchia macedo- nia», en TRAINA (ed.), Studi..., págs. 134-6,

? Precisamente en los libros XI-XIV se encuentran catorce de las treinta y tres menciones a Heródoto que hay en la Geografía (AMBAGLIO, op. cit. en n, 4, pág. 78). Para la utilización crítica de Heródoto por Estra- bón, v. L. PranDI («Critica di Strabone alla Geografia di Erodoto», en M. SorD1 (ed.), Geografía e storiografía nel mondo classico, Milán, 1988, págs. 52-72), que llega a la conclusión de que Estrabón no conoce a He- ródoto directamente, sino a través de una transmisión antiherodotea.

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colás de Damascio, aunque en los libros de Asia Menor no lo cita ni una vez?”,

Información histórica

Estos libros dedicados a Asia cistáurica tienen gran con- tenido histórico, en parte porque la historia ha desempeñado un papel fundamental en la reorganización del territorio y ha ocasionado cambios constantes en la geografía, en parte por- que establece la conexión entre esta zona de la tierra y el mundo grecolatino, y también porque ahí estaba la patria del autor, que vivió muchos acontecimientos importantes !!,

De los sucesos más antiguos Estrabón nos habla a través de la mitología, por ejemplo de la guerra de Troya, la colo- nización eolia y jonia o la colonización griega en toda la costa sur de Asia Menor. Á veces menciona de manera va- ga, sin establecerlos en ninguna época concreta, otros acon- tecimientos como la llegada de los frigios y los distintos pueblos tracios desde Europa o los movimientos de léleges, pelasgos y carios, Las referencias históricas concretas más antiguas corresponden a la época de las invasiones cimerias en el Bósforo cimerio, que se fechan en los ss. vru-vn a. C., y las colonizaciones griegas en esta zona, aunque también aquí recurre a la mitología relacionando la colonización grie- ga con la expedición de los argonautas, que la traslada a una época mucho más antigua. Entre las referencias más anti- guas se encuentran también las fundaciones milesias de mu- chas de las ciudades de la costa sur del Ponto Euxino. A la

10 Cf F. Lasserrg, «Strabon devant Empire romain», en ANRW 11 30, 1, Berlín-Nueva York, 1982, pags. 880 ss,

ll Para esta última cuestión cf. la introducción de García Blanco al primer tomo de la Geografía en esta colección y G. W. Bowersock, «La patria di Strabone», en BrAscHi-SALMERI (eds.), Strabone..., págs. 12-24,

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hegemonía lidia en Anatolia durante los ss. vu y vi alude en un par de ocasiones al hablar de Sardes, la capital lidia, o del río Halis, en el que Creso estableció la frontera de su imperio, A mediados del s. vi a, C., Ciro el grande domina Media y crea el imperio persa, derrotando poco después al rey lidio Creso y ocupando Lidia y las ciudades jonias grie- gas. Estrabón habla de la campaña de Ciro contra los masá- getas, de la etapa de dominio persa en Media y Armenia, de la toma de Capadocia y su subdivisión en dos satrapías, de la quema por Darío de las ciudades de la Propóntide, de la to- ma de Mileto y la traición de los bránquidas, de la entrega por Jerjes a Temístocles de Lámpsaco y otras ciudades. De la campaña de Alejandro en Asia también hay menciones dispersas en relación con los lugares que describe Estrabón y por los que pasó el rey: la batalla de Gránico, la estancia y promesas en Ilión, sus conquistas en la zona motañosa de Pisidia y la Milíade (Sagalaso; Termeso y los desfiladeros que conducen a Milíade), el paso de su caballería por la lla- nura de Asio en Cilicia, camino de Iso, su paso por el Cáu- caso, por Aria y Margiana, por Bactria y Sogdiana durante su persecución a Beso (con mención de fundaciones de ciu- dades), la invasión en Media Magna y su lucha contra los coseos!”, Tras la muerte de Alejandro en el 323 a. C. y las luchas de los diadocos, y especialmente como consecuencia de la victoria en Ipso sobre Antíoco en el 301 a. C., Lisíma- co se hizo con la mayor parte de Asia Menor. Estrabón menciona su destrucción de Ástaco en el curso de la guerra previa a Ipso, su refundación de Nicea, sus fundaciones en la Tróade y sus construcciones en Troya, su papel en el sur- gimiento del reino de Pérgamo, su fundación de la nueva

12 Sobre la presencia de Alejandro Magno en la Geografía de EsTRa- RÓN, Cf, B, TisÉ, op. cit. en n. 8, págs. 127-140,

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Éfeso y la nueva Esmirna. Tras la muerte de Lisímaco en el 281 a. C. Seleuco, que dominaba una parte de Asia Menor, domina ahora todo el territorio a excepción de los que esta- ban en manos de dinastas locales: Bitinia, Ponto, Capadocia (al este del río Halis), Armenia y zonas costeras del norte, oeste y sur. Al hablar de la descripción de cada uno de estos reinos Estrabón alude a sus soberanos: a los reyes de Capa- docia anteriores a Arquelao desde Ariarates, al rey bitinio Prusias y sus luchas con Filipo de Macedonia contra Átalo 1, su renuncia a Frigia Epicteto en favor de los atálidas o su acogida a Aníbal tras la derrota de Antloco por los romanos, a algunos antecesores de Mitridates Eupátor del Ponto y al- gunos sucesos de la guerra póntica (182-179 a. C.) mediante la cual aumenta el poderío y extensión del reino. En el 278-7 a. C. se produce la entrada en Anatolia de los gálatas, cuya historia desde entonces relata con bastante detalle, co- mo ocurre con el reino de Pérgamo que se crea en el 241 a, C, Por la misma época se crean el reino partio y el bactrio, de cuyos orígenes y de los sucesos principales de su historia habla Estrabón al describir cada uno de estos pueblos. Las relaciones del reino de Pérgamo con Roma permiten a ésta introducirse en Asia Menor, En el 189 a. C. los romanos de- rrotan al seléucida Antíoco III relegándole a los territorios transtáuricos, en el 189-8 vencen a los gálatas, en el 188-3 a Prusias 1 de Bitinia y en el 183-79 a Farnaces 1 del Ponto. En el 133 a. C. Átalo IM de Pérgamo lega su reino a Roma dando lugar a la revuelta de Aristónico, que los romanos consiguen sofocar en el 129 a. C., y a la creación de la pro- vincia de Asia, A todos estos episodios alude Estrabón en lugares distintos de su descripción de la península anatólica. Pero las alusiones históricas más frecuentes en esta descrip- ción corresponden a las guerras entre Roma y Mitrídates, a los intentos de Roma de pacificación del Tauro y a los pro-

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blemas con los piratas. Son numerosas las alusiones a la extensión del reino del Ponto por Mitrídates VI Eupátor y sus luchas con Roma: su invasión en Bitinia, en Frigia, su alianza con Tigranes de Armenia y sus ambiciones sobre Capadocia, que llevan a la primera guerra mitridática en el 88 a. C., la victoria de Sila y la paz de Dárdano en el 85, las provocaciones de Murena que originan la segunda guerra mitridática aplacada por Sila, los enfrentamientos de Mitrí- dates con los reyes de Bitinia y el legado de Nicomedes IV a Roma en el 74 a, C., que crea la provincia de Bitinia, el apoyo de Mitridates a un hijo de Nicomedes para recuperar el reino y el inicio de la tercera guerra mitridática (74-64 a, C.), la huida de Mitridates ante Lúculo en el 72 a, C. y sus intentos de tomar Cícico, y sobre todo la huida ante Pompe- yo por Armenia Parva y hasta el Bósforo, donde muere en el 64 a. C. Son abundantes las referencias a la reorganización de Pompeyo de Asia Menor tras la derrota de Mitrídates, tanto a su organización de la provincia Bitinia-Ponto con la distribución del territorio en politeíai, como la reorganiza- ción de los territorios limítrofes de la península en manos de dinastas locales, y, aunque en menor medida, también a los cambios efectuados por César y Antonio. Estrabón mencio- na a los principales dinastas que durante este tiempo de re- organización estuvieron al mando de Capadocia (Arque- lao)”, Galatia (Deyótaro y luego Amintas), la parte oriental del Ponto (Polemón, Pitodoris), otros territorios en Frigia Parorea y Licaonia (Amintas) y Cilicia Traquea (Arquelao). También menciona a otros tiranos, no establecidos por los romanos, en las montañas de Pisidia y Cilicia Traquea, don- de estaban los principales centros de bandidos (Cenicetes en

13 Para las menciones de Arquelao en Estrabón, v. S. Panicia, «La Cappadocia», en Brirasci-SALMERI (eds.), Strabone..., págs. 530-533,

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parte de Cilicia Traquea, Antípatro en Derbes, antes de Amin- tas). Las expediciones de Pompeyo y Antonio contra los partos también son objeto de menciones en diversos lugares. Los reyes ptolomeos aparecen al hablar de Cilicia, donde Cleopatra poseyó importantes territorios, y de Chipre, donde gobernaron hasta la toma de la isla por los romanos. De Au- gusto menciona la liberación de la ciudad de Ámiso, el nombramiento de Diteuto como sacerdote de Comana, su amistad con Apolodoro de Pérgamo y Jenarco de Seleucia, la devolución de tres estatuas que Antonio se había llevado de Retio y Samos y, aunque sin nombrarlo, la conversión de Galatia en provincia, que tuvo lugar en el 25 a. C, por deci- sión de Augusto. Además menciona las ayudas benéficas de este emperador, y luego de Tiberio, a las ciudades damnifí- cadas por los diversos terremotos que asolaron varias ciuda- des lidias y frigias, y habla del sistema político de Armenta en época de Augusto y «hoy día», es decir en época de Ti- berio. A la época de Tiberio corresponde también la conver- sión de Capadocia en provincia romana, que tuvo lugar en el 17 d. C., siendo un dato de gran interés para la cuestión de la fecha de composición del libro XII de la Geografía !*. Aparte de noticias históricas dispersas, Estrabón: dedica un apartado especial a la historia de los gálatas, el reino de Pérgamo, los partos, los medos, los armenios y los chipriotas.

Otros aspectos.

Aparte de la descripción puramente geográfica y de la información histórica, en estos libros de Estrabón, como en

1“ Cf. Lasseree, loc. cit, en n. 1. Para el tratamiento de los aspectos históricos relacionados con la expansión del poder romano y del territorio del imperio v. ¿d,, op. cit. en n. 10, págs, 867-896,

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el resto de su obra, encontramos otro tipo de comentarios de carácter etnológico, antropológico o filológico. Especialmente en el libro XI, dedicado a una zona lejana y poco conocida, abundan las descripciones de carácter etnológico dedicadas a los pueblos bárbaros: comentarios sobre su carácter salvaje e indómito (XI 2, 16) o simple y honesto (XI 4, 4, de los albanos), sobre sus medios de sub- sistencia (por ejemplo la piratería entre los heníocos), su vestimenta (XI 11, 8, de los tápiros, XI 13, 9, de los medos, XI 8, 7, de los maságetas), sus costumbres funerarias (XI 4, 8, de los albanos, XI 11, 8, de los dérbices y caspios) o su estratigrafía social (XI 3, 6, de los íberos). Con frecuencia Estrabón destaca la fertilidad de las tierras de estos pueblos, pero señala la ausencia del grado de civilización necesario para sacarles partido, por ejemplo al hablar de la vida cicló- pea de los albanos (XI 4, 3). La idea en general de que cuanto más montañoso es un pueblo más bárbaras son sus características se refleja en varias ocasiones, como por ejem- plo en la descripción de Aria (XT 10, 1) o en la de los medos (X1 13, 11), pero donde el autor la expone claramente a mo- do de teoría es al hablar de los distintos asentamientos de los ilieos (XIH 1, 25) recurriendo a la teoría platónica de los tres tipos de comunidades, que responden a tres grados dis- tintos de civilización en relación con su acercamiento al mar desde las montañas!*, La capacidad de vivir socialmente y la existencia de instituciones políticas es un claro rasgo de civilización, como refleja por ejemplo en la descripción de Selge por oposición a los montañeses pisidios que la ro- dean (XI 7, 3), o cuando señala que los licios han seguido fieles a la Liga licia y no se han dedicado a la piratería como

15 Cf. F. Trorra, «Strabone e 1 Asia Minore: Politciai e Gradi di ci- vilizzazione», en BIRASCHI-SALMERI (eds.), Sirabone..., págs. 191-193,

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los panfilios y cilicios, a pesar de disponer de las mismas ventajas naturales para esa actividad, o cuando ensalza a la comunidad de los rodios, que superaron a otras ciudades en muchos aspectos y consiguieron, además de un gran auge, mantener su libertad gracias a su buena legislación y preo- cupación por la constitución (XII 2, 5, cf. XII 8, 11 sobre Cícico, XII 4, 17 sobre Cibira)!*,

En los libros XII-XIV, que en su mayor parte están des dicados a zonas civilizadas con numerosas ciudades griegas, hay muchos menos detalles sobre costumbres y formas de vida, y mucha más información en cambio sobre las ciuda- des, con algunos o todos los elementos siguientes: asenta= miento, fundación y posteriores colonizaciones, urbanismo, descripción de algunas construcciones, obras de arte, nati- vos famosos, escuelas, existencia y características del puer- to, sistema de gobierno, instituciones, leyes, llegando a ser algunas descripciones muy completas como las de Sinope, Amasia, y las ciudades principales de la costa jonia y caría: Aunque el aspecto económico no es una de las preocupa- ciones principales del autor, suele dar datos sobre la ri- queza natural, especialmente cuando ésta consiste en lagos, minas, ríos, puertos o salinas, y, cuando el lugar destaca por algún producto importante, como Milasa por sus canteras, Hamaxita por la madera o Eleusa por el azafrán, lo hace sa- ber". También informa a veces sobre las condiciones salutí-

16 Sobre la oposición barbarie-civilización en la obra de Estrabón, y. E. CH. L. van DER Vier, «L'ethnographic de Strabon; ideologíe ou tra- dition?», en PRONTERA (ed.), Sirabone..,, págs, 27-86; P. THOLLARD, Barbarie et civilisation chez Strabon, Paris, 1987 (aunque dedicado a los libros HI y IV, con un estudio general); TROTTA, Op. cil. en n, 15, págs. 189-208.

17 Sobre el aspecto económico, v. D. ForaBoscHa, «Le categorie eco-

nomiche di Strabone», en BrrascHi-SALMERI (eds.), Strabone..., págs. 143-155,

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feras, ya sean malas como en Cauno, ya buenas como en torno al río Cidno en Cilicia. Especialmente destacable co- mo particularidad de los libros XIII y XIV frente al resto de la Geografía es la constante mención de personalidades im- portantes de cada ciudad, casi siempre relacionadas con la cultura (literatos, filósofos, poetas, científicos), en muchos casos contemporáneos de Estrabón o pertenecientes a gene- raciones no muy anteriores y, a menudo, importantes en la vida política y como intermediarios con